
Meknes, una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos, es un destino lleno de historia, arquitectura majestuosa y encanto tradicional. Entre sus imprescindibles destacan la imponente Bab Mansour, el animado zoco, el Mausoleo de Moulay Ismaïl y las misteriosas caballerizas reales. Rodeada de campos fértiles y cercana a las ruinas romanas de Volubilis, Meknes combina lo monumental con lo auténtico. Un viaje por esta joya marroquí es como retroceder en el tiempo, entre murallas, cúpulas y ecos de un pasado glorioso.
La ciudad de Meknes, o también llamada Mequinez, es una ciudad de Marruecos que toma su nombre de la tribu bereber que la fundó con el nombre de Meknassi. Es la capital administrativa de la región de Meknès-Tafilalet.
Esta ciudad se encuentra a 138 km al este de Rabat y 60 km al oeste de Fez. Esta es una de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos debes que ver en Meknes Estratégicamente se encuentra situada en el centro-norte del país, lo que la convierte en una base ideal para visitar esta parte de Marruecos.
Esta ciudad está estrechamente relacionada con el peculiar sultan Moulay Ismail, segundo dirigente de la dinastía alaoui.
La nombró en capital durante su mandato, que duró 55 años. Esta ciudad, prácticamente de la nada, se convirtió en una ciudad monumental como Rabat o Marrakech.
Meknes, llamada la ‘Versalles marroquí’, es una ciudad imperial con una gran cantidad de monumentos históricos y sitios naturales, tiene más de 40 km de imponentes murallas defensivas y muchas mezquitas. Es por eso que recibe también el nombre de la ‘Ciudad de los cien alminares’. Además, es la más cercana a las ruinas romanas de Volubilis (Oualili).
Los precios en Mequinez se encuentran entre los más razonables de Marruecos y la gente es mucho más amable que en otras ciudades del país.
Además de recorrer las murallas, perderse en la medina y regatear en los zocos, el viajero tiene otras muchas cosas que ver en Meknes, como el Mausoleo de Mulay Ismail, las puertas de Bab El Mansur, Bab Berdain y Bab El-Jemis, el Estanque de Adgal, la Medersa Bou Inania, los fabulosos Jardines de los Sultanes, los graneros (Heri es-Suani), las gigantescas caballerizas y el Museo de Arte Marroquí en Dar Jamai.
En las cercanías de Meknes (26 km) se alza Moulay Idriss. Esta ciudad es el escenario de uno de los moussems más concurridos. Cada año, en los meses de agosto y septiembre, miles de fieles peregrinan a Moulay Idriss, atrayendo también a viajeros interesados y dando lugar a un animadísimo evento con mucho color tradicional.
A 27 km de Meknes se encuentran las ruinas de la ciudad romana de Volubilis, residencia de los procuradores de la Mauritania Tingitana, desde el siglo I d.C.
Mausoleo de Moulay Ismail: construido por Ahmed Eddahbi, está ubicado en la medina, en el lado opuesto de la plaza y Hedim. Es el lugar de descanso final de uno de los más famosos sultanes de Marruecos y es uno de los tres santuarios marroquíes junto con la tumba de la Universidad Mohamed V de Rabat y la Medersa Bou Inania en Fez, que pueden ser visitados por los no musulmanes.
Como curiosidad, Moulay Ismail, tuvo unos 888 hijos concebidos por sus más de 550 esposas y más de 4000 concubinas y pese a ello trató en varias ocasiones de contraer matrimonio con la hija de Luis XIV, Ana María de Borbón, gracias a las buenas relaciones entre ambos dirigentes.
No se permite entrar al interior del mausoleo a no musulmanes; solo se puede acceder al exterior. Se deben respetar las normas de cortesía y llevar un atuendo moderado para los musulmanes.
Se accede a través de una serie de patios elegantes y sobrios, con habitaciones de mínima decoración a base de azulejos zellij y yeserías. El núcleo del santuario, sin embargo, es una habitación ricamente decorada con multitud de motivos islámicos de gran belleza y con una fuente situada en el centro. Muchos marroquíes visitan el mausoleo de Moulay Ismail por la creencia de que posee el poder de curar.
Disfrutar de su Medina, algo esencial que hacer en Meknes sin lugar a duda, la Medina es el principal atractivo que tienes que ver en Meknes. Es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y no puedes dejar de visitarla.
Esta fue la Medina que más disfrutamos en Marruecos: las de Marrakech y Fez son estresantes, los vendedores no te dejan mirar tranquilamente las tiendas y eso hace que pierdan encanto. Te damos algunos consejos para sobrevivir al acoso de los vendedores y otras advertencias de seguridad, aplicables a todas las ciudades marroquíes.
En Meknes, los veranos son cortos, muy caliente, áridos y despejados y los inviernos son largos, fríos, mojados y parcialmente nublados y eso vas a ver en Meknes cuando la visita.
Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 6°C a 34°C y rara vez baja a menos de 2°C o sube a más de 40°C.
En base a la puntuación de playa/piscina, la mejor época del año para visitar Meknes para las actividades de calor es desde finales de Junio hasta principios de Septiembre.
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Entre los imprescindibles de Meknes están la Puerta Bab Mansour, el Mausoleo de Moulay Ismaïl, la medina histórica, las caballerizas reales (Heri es-Souani) y el Palacio Dar Jamai, que ahora es un museo de arte marroquí.
Q5.¿Qué hace especial a Meknes frente a otras ciudades imperiales?