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Santa Sofía

Santa Sofía, una de las joyas de Estambul, ha sido iglesia, mezquita y museo. Su majestuosa arquitectura cuenta la historia de las culturas que han marcado la ciudad a lo largo de los siglos.

Mezquita de Santa Sofía

La Santa Sofía, conocida en turco como Ayasofya Camii y en griego como Hagia Sophia, es uno de los monumentos más icónicos no solo de Estambul, sino del mundo entero. Con una historia que abarca más de 1.500 años, esta edificación se alza como símbolo de poder, espiritualidad y belleza arquitectónica. Ubicada en el distrito de Sultanahmet, en el corazón del antiguo Constantinopla, Santa Sofía ha sido testigo de los cambios políticos, culturales y religiosos más significativos del mundo oriental y occidental.


Su nombre proviene del griego y significa "Sabiduría Divina", haciendo alusión a la sabiduría de Dios, un concepto central en la teología cristiana ortodoxa. Lo que hace de Santa Sofía un lugar tan especial es la coexistencia de elementos cristianos bizantinos con características islámicas otomanas, reflejo de las múltiples etapas históricas por las que ha atravesado.


Mezquita de Santa Sofía

Historia


Era Bizantina (532–1453)


La actual Santa Sofía fue mandada construir por el emperador bizantino Justinian I en el año 532 d.C., tras la destrucción de dos iglesias anteriores que ocupaban el mismo lugar. Su construcción fue revolucionaria para su época, y se completó en solo cinco años, un logro arquitectónico impresionante. Fue consagrada como catedral ortodoxa en el año 537.


Diseñada por los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto, Santa Sofía combinaba una nave longitudinal con una enorme cúpula central, influenciada por las tradiciones tanto helenísticas como orientales. Fue el centro espiritual del Imperio Bizantino, donde se coronaban los emperadores y se celebraban las ceremonias religiosas más importantes.


Durante siglos, Santa Sofía fue la iglesia más grande del mundo, hasta la finalización de la Catedral de Sevilla en el siglo XVI.



Conquista Otomana (1453–1931)


En 1453, el sultán otomano Mehmet II conquistó Constantinopla y convirtió Santa Sofía en una mezquita, respetando en gran medida la estructura original. Se añadieron elementos islámicos como:

  • El mihrab (nicho que indica la dirección de La Meca)

  • El minbar (púlpito)

  • Cuatro minaretes en diferentes estilos

  • Grandes discos circulares con caligrafía árabe que contienen los nombres de Alá, Mahoma y los primeros califas

Aunque algunos mosaicos cristianos fueron cubiertos o enyesados, muchos de ellos se conservaron, lo que permitió su restauración siglos después.


Durante el periodo otomano, Santa Sofía fue el modelo para muchas otras mezquitas imperiales, incluyendo la Mezquita Azul, la Mezquita de Süleymaniye y la Mezquita de Rüstem Paşa.




Período de Museo (1935–2020)


Tras la caída del Imperio Otomano y la creación de la República de Turquía, Mustafa Kemal Atatürk ordenó la secularización de Santa Sofía. En 1935 fue inaugurada como museo. Durante este periodo, se realizaron extensas restauraciones, sacando a la luz mosaicos bizantinos ocultos durante siglos.


Este período marcó una nueva etapa de apertura y tolerancia, y convirtió a Santa Sofía en un símbolo del laicismo y la convivencia cultural.




Retorno como Mezquita (desde 2020)


En julio de 2020, el Consejo de Estado de Turquía anuló el decreto de 1934, y Santa Sofía fue reconvertida oficialmente en mezquita. Aunque ahora funciona como lugar de culto musulmán, sigue abierta al turismo, manteniendo su valor como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Mezquita de Santa Sofía

Datos Curiosos

  • Santa Sofía ha sido iglesia durante 916 años, mezquita durante 482 años y museo por 85 años.

  • La cúpula principal, de 31 metros de diámetro y 56 metros de altura, fue considerada una obra milagrosa en su tiempo.

  • Se dice que cuando Justiniano vio por primera vez la iglesia terminada, exclamó: "¡Salomón, te he superado!".

  • La mezquita tiene un “pilar de los deseos”, también llamado el “pilar sudoroso”: se dice que tocarlo puede conceder deseos.

  • Aunque es una mezquita activa, se ha mantenido la visibilidad de muchos mosaicos cristianos, como el famoso Cristo Pantocrátor y la Virgen María con el Niño Jesús.

Se encuentra alineada de forma imperfecta con La Meca, ya que originalmente fue diseñada como iglesia. Para corregirlo, el mihrab fue colocado en ángulo.



Consejos Útiles

  1. Entrada: Gratis. No se requiere ticket, pero se recomienda llegar temprano para evitar aglomeraciones.

  2. Mejor horario para visitar: Temprano por la mañana o justo después del mediodía, entre las oraciones musulmanas.

  3. Días recomendados: Entre semana, evitando viernes (día sagrado islámico).

  4. Vestimenta adecuada: Hombres y mujeres deben vestir con recato. Las mujeres deben cubrirse el cabello; pañuelos están disponibles en la entrada.

  5. Calzado: Es obligatorio descalzarse al entrar. Se recomienda llevar una bolsa para los zapatos o utilizar las bolsas provistas.

  6. Guías turísticos: Disponible en la entrada. Vale la pena tomar uno para comprender mejor los detalles históricos y arquitectónicos.

  7. Fotografía: Permitida sin flash. El uso de trípodes no está permitido dentro del recinto.


Mezquita de Santa Sofía

Lugares Cercanos

  • Mezquita Azul (Sultanahmet Camii): Famosa por su interior revestido de azulejos de Iznik, es la "hermana" otomana de Santa Sofía.

  • Palacio de Topkapi: Sede del poder otomano durante casi 400 años. Alberga reliquias sagradas del islam y tesoros imperiales.

  • Hipódromo de Constantinopla: Antiguo estadio de carreras de carros romanos. Hoy es una plaza pública con obeliscos históricos.

  • Cisterna Basílica: Cisterna subterránea bizantina con columnas antiguas, una experiencia mística bajo tierra.

  • Museo de Arte Turco e Islámico: Contiene alfombras, manuscritos y arte religioso de diversas épocas.

  • Gran Bazar: Uno de los mercados cubiertos más antiguos y grandes del mundo. A unos 15 minutos caminando.


Santa Sofía no es solo un edificio; es un compendio de historia viva, espiritualidad y arte. Su transformación de catedral a mezquita, luego a museo, y otra vez a mezquita refleja la complejidad de la historia turca y su lugar como puente entre Oriente y Occidente. Cada piedra, mosaico y columna de Santa Sofía guarda secretos de imperios, religiones y culturas que han dado forma al mundo moderno. Visitarla es comprender mejor el alma de Estambul y su legado universal.


Si estás organizando uno de esos inolvidables Viajes a Turquía, asegúrate de incluir una visita a Santa Sofía en tu itinerario. Esta maravilla arquitectónica es más que una parada turística: es una ventana al alma de Estambul. No importa si viajas por cultura, historia o espiritualidad, Santa Sofía te espera con siglos de historias que contar.


Mezquita de Santa Sofía

Preguntas Frecuentes

¿Qué significa el nombre “Santa Sofía”?

No hace referencia a una persona. “Santa Sofía” proviene del griego Hagia Sophia, que significa “Sabiduría Divina”.

¿Es seguro visitarla actualmente?
Sí, Estambul es una ciudad segura para los turistas. Santa Sofía cuenta con vigilancia y personal de seguridad.

¿Pueden entrar personas de cualquier religión?
Sí. Aunque es una mezquita activa, está abierta al público de todas las religiones y culturas.

¿Cuánto cuesta la entrada a Santa Sofía?
La entrada es gratuita, al ser un lugar de culto. No se requiere reserva previa.

¿Cuánto tiempo se recomienda dedicar a la visita?
Entre 1 y 1,5 horas es un tiempo ideal para explorarla con tranquilidad, especialmente si se toma un guía.

¿Hay baños y servicios disponibles?
Sí, hay baños públicos cerca del complejo. También se pueden encontrar cafés y restaurantes en los alrededores.